Sin fútbol base, no hay fútbol elite

Por: Nicolás Gómez Zurita

Cada día, vemos en múltiples posiciones la carencia de especialistas. Esto es tanto llamativo, como alarmante. El poco dinero e infraestructura que se le destina al fútbol base, la falta de pelotas, canchas en mal estado, técnicos que no cobran, excesiva presencia de representantes, se convierten en un cóctel explosivo que termina afectando el periodo de formación. 

Cuando llegan chicos a probarse, luego de una frustración gigante de haber quedado libres, en el orden de prioridades aparece en el podio: "¿De parte de quién venís?" Te llaman si convocás, te llaman si pagás bien o si le tirás la alfombra.
 "Te hacen caminar entre sombras y no te escucharon ni hablar” dice un tema del grupo Callejeros, perfecta analogía para este tema. 

Caso contrario, el Barcelona, fue uno de los que más invirtió en su cantera creando la famosa Masía. Vaya duración en el éxito que tuvo este proceso. ¿Casualidad o causalidad? Elijan la respuesta que les parezca, en el fútbol no hay verdades absolutas. No es sólo tener dinero, sino saber destinarlo. En Europa infinidad de clubes podrían copiar el modelo, sin embargo no lo hacen así. 

En nuestro seleccionado vemos que los laterales titulares son en su origen centrales, devenidos a marcadores de punta (Mercado, Rojo). Remontándonos al año 2000, Banfield, Quilmes y Nueva Chicago, en el Nacional B, contaban con enganches tales como: José Luis “Garrafa” Sánchez, Adrián “Maquina” Giampietri, Christian “Gomito” Gómez. Mientras tanto, en primera se lucían: Garnero, Romagnoli, Riquelme, Ezequiel González, Damián Manso,Luis Sosa en los piratas y Ezequiel Garay para los tallarines. 

Hoy en inferiores se juega: 4-4-2 o 4-3-3, los enganches quedan out (“no encajan en el dibujo”). El seleccionado no tiene un número 10 nato. Luego de algunas ráfagas de Javier Pastore, las ilusiones están puestas en Erik Lamela y Giovanni Lo Celso. 

Están faltando especialistas en posiciones, jugadores llegan con fallas conceptuales, fallas técnicas, se aceleran las etapas. Todas estas cosas conspiran contra la mejor puesta en escena. Pero el DT de inferiores está contento, ya que su categoría jugando al pelotazo salió campeona, aunque sus chicos, no llegaron con todas las herramientas a una primera división. Lamentablemente si así de mal está el fútbol base, no hay fútbol elite.